Solicitud de concurso. Como consecuencia de la pandemia, en su día se publicó una norma por la que quedaba suspendida hasta el 31 de diciembre de 2021 la obligación de solicitar la declaración de concurso por parte de los administradores de sociedades con dificultades económicas. Apunte. Pues bien, dicha suspensión se ha prorrogado seis meses más, hasta el 30 de junio de 2022:
De esta forma, los administradores tienen más margen para negociar con los acreedores sin riesgo de incurrir en responsabilidades por no haber instado la situación concursal.
No obstante, ello no implica que puedan hacer lo que quieran. ¡Atención! Al contrario: su deber genérico de actuar con diligencia debe multiplicarse durante ese plazo adicional. Si la situación empeora y finalmente se declara concurso, habrá más posibilidades de que el juez que lo tramita acuerde responsabilidades a su cargo.
Recuerde también que alguna sentencia reciente ha considerado una estafa –es decir, un delito– realizar pedidos a sabiendas de que no se podrían pagar, por lo que conviene actuar con prudencia.
Disolución por pérdidas. Por otro lado, para evitar que las pérdidas derivadas del COVID-19 dejasen a muchas empresas en situación irregular, se estableció que las pérdidas de 2020 no debían computarse a efectos de determinar si se daban las causas de disolución (esto es, cuando las pérdidas dejan reducido el patrimonio neto por debajo de la mitad del capital social). ¡Atención! Un reciente cambio legal determina que tampoco se computarán a estos efectos las pérdidas de 2021.
Los administradores, por tanto, no incurrirán en responsabilidad por el hecho de no haber convocado a los socios para que éstos regularicen la situación.
No obstante, cuando exista la posibilidad de regularizar las pérdidas, es mejor hacerlo (por ejemplo, si los socios pueden aportar fondos o si pueden capitalizar algún préstamo que hayan otorgado a la sociedad). ¡Atención! Un balance que refleja pérdidas es un freno para acceder a la financiación bancaria, por lo que, aun con esta norma, lo mejor es aportar fondos y hacer desaparecer cuanto antes las pérdidas de ejercicios anteriores.